¿Cómo protejo a mi caballo de fracturas?

07 como protejo a mi caballo

Una fractura en alguna de las extremidades de nuestro caballo puede significar el fin de su carrera o, como mínimo, un año de recuperación sin poder participar en competencias ni realizar trabajo. En situaciones extremas este tipo de lesiones pueden traer consigo la muerte del animal por eutanasia, aunque con la tecnología actual es cada vez menos común (estos casos eran más frecuentes en el pasado). Aún así, una fractura -por más simple que sea- sigue siendo un problema grave para la salud de un caballo y para la economía de su criador.

*Ante la sospecha de fractura o la manifestación de los síntomas que vamos a explicar deberías acudir a un veterinario de inmediato. Además, es recomendable hacer que el animal se tranquilice y permanezca inmóvil mientras esperas la asistencia de un profesional.

Fracturas: Definición, síntomas y causas

Una fractura es la ruptura de un hueso de forma parcial o completa, pudiendo separarlo en dos o más partes. Puede ser originada por diversas causas, pero en general se produce por un estrés  focalizado en un punto específico del hueso, que se rompe cuando este estrés o esfuerzo supera su resistencia.

Existen varias clasificaciones para las fracturas óseas:

  • Según su apariencia general en el organismo
    • Completas: El hueso se divide en dos o más partes.
    • Incompletas: El hueso presenta rotura, pero no llega a dividirse.
    • Abiertas: El hueso atraviesa la piel y llega al exterior.
    • Cerradas: El hueso roto no atraviesa la piel.
  • Según su morfología
    • Simples
    • Multifragmentadas
  • Según su localización
  • Según el mecanismo que las origina
    • Monotónicas
    • Patológicas
    • Por fatiga

Los síntomas mediante los cuales se puede reconocer una fractura son: Inflamación, sudoración e intranquilidad, crepitación (muchas veces los jinetes dicen oír un crujido en el momento de una caída o golpe), mala postura, inestabilidad, deformación de extremidades (se observan ángulos anormales). También es común la claudicación; el caballo evita cargar su peso en la extremidad, cojea y reduce su movilidad. Si la fractura es abierta es más fácil de reconocer por la exposición del hueso y sangrado, pero es más peligrosa que la cerrada porque aumenta la probabilidad de infección.

Este tipo de trauma puede ser monotónico, es decir causado por golpes fuertes, colisiones y accidentes. También puede originarse a partir de un fatigamiento paulatino del hueso, el que va a generar fisuras milimétricas pero que van a agravarse luego. Finalmente, el tipo de fractura que es más fácil de subestimar es el de tipo patológico: En esta el hueso se rompe sin causa aparente, pero realmente se encontraba debilitado por una enfermedad.

Otros factores que van a influir sobre la probabilidad de fractura (y de recuperación) son la edad del caballo, el hueso perjudicado, grado de ruptura del hueso, actividades regulares del animal, su tamaño (en especial el peso) y su temperamento.

Protección contra las fracturas

Si bien los huesos tienen la capacidad de repararse, este delicado proceso implica un gran esfuerzo para el organismo. Además, el tiempo de recuperación puede extenderse durante meses, sin llegar jamás a lograr un estado físico óptimo. Como siempre, es mejor prevenir que lamentar. Recomendamos siempre un plan de cuidado integral, en el que se tengan en cuenta pilares fundamentales como la alimentación, la sanidad, las instalaciones y el manejo.

Una buena forma de evitar fracturas es, obviamente, fortaleciendo los huesos. Esto se logra mediante un plan de nutrición exitoso. Esto quiere decir que cada animal -o, en su defecto, cada categoría- debería tener su propia dieta programada y controlada de manera estricta. Para fortalecer la estructura ósea hacen falta macronutrientes minerales que a veces son difíciles de conseguir o asimilar, por lo que es buena idea que sean obtenidos a partir de un suplemento.

En cuanto al manejo, es importante que se corrija la postura del caballo a edades tempranas,  que el animal sea educado de manera correcta y que su entrenamiento sea supervisado por un experto.

En muchos casos las fracturas surgen a partir de accidentes, por lo que se creen difíciles de prevenir. La realidad es que los accidentes son sucesos desafortunados que pueden ser evitados. Como ya lo dijimos, un cuidado integral de nuestros caballos va a aumentar las probabilidades de que permanezcan saludables y en excelentes condiciones durante la mayor parte de sus vidas. Este cuidado debe ser dinámico y adaptarse a medida que un animal envejece y pasa por diferentes periodos vitales.

Si deseas conocer más sobre las fracturas y su prevención o tratamiento, puedes comunicarte con nosotros y haremos todo lo posible para que tus dudas desaparezcan. Contáctanos aquí sin cargo.

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